sábado, 30 de enero de 2016

TODAS SOMOS REFUGIADAS

                                                     Todas somos refugiadas
                                   
Millones de personas se han visto forzadas a abandonar sus países, intentando escapar de la guerra, de la transfobia, de la homofobia, del hambre, y de la pobreza que genera el neocolonialismo-neoliberal europeo y occidental. 


Muchxs refugiadxs mueren cada día en nuestras fronteras:  ahogadxs en el Mediterráneo, asfixiadxs en el túnel de Calais, apaleadxs en la valla de Melilla y en las vallas de Hungría, Macedonia etc, o de frío y enfermedades en los campos de refugiadxs y en las interminables travesías por Europa.

Los gobiernos europeos se  afanan en atemorizarnos con la llegada de terroristas, violadores en  masa y transmaricabollófobos, que aseguran que provocarán desestabilización social y desequilibrios presupuestarios. Aprovechando la coyuntura, los países del norte de Europa amenazan con romper con la libertad de movimiento que en teoría supone el Espacio Schengen, frenando así a lxs inmigrantes del propio continente.


Es vergonzoso que Europa, históricamente líder del Estado de bienestar, con vastos recursos económicos, para defender sus intereses y supuestamente adalid en derechos humanos, rompa el régimen internacional de protección de lxs refugiadxs y se niegue a acoger siquiera al 1% de ellxs. Una respuesta ridícula ante un problema de dimensiones estratosféricas. 

Para colmo, a lxs pocxs a lxs que se lxs acoge, en mucho de los paises más ricos se les confiscan las pertenencias, supuestamente en pago de su estancia. Se les entrega una absurda guía de comportamiento, se marcan las puertas de sus casas para ser bien identificadxs y se les obliga a llevar  pulseras identificativas en sus muñecas que nos recuerdan inevitablemente a los triángulos de colores del totalitarismo y los campos de concentración nazis. Con la salvedad de que ahora no son partidos neonazis los que han tomado las decisiones, sino que son nuestras cámaras “socialdemócratas” y "liberales" las que están construyendo taimadamente un nuevo genocidio fascista y racista.


Las transmaricabollos no olvidamos a nuestras hermanas represaliadas por el nazismo, el franquismo  y el fascismo europeo (valga la redundancia), no olvidamos los triángulos rosas y negros, ni las estrellas amarillas, ni el resto de las identificaciones y numeraciones que buscaban deshumanizar para luego aniquilar. Las consecuencias de dejar en tal estado de vulnerabilidad a lxs refugiadxs ya están siendo catastróficas, y el error histórico irreparable.

Las transmaricabibolleras sabemos mucho de colores, sí, de todos los colores y discriminaciones, pero sabemos también mucho de exilios y migraciones.  Nuestras hermanas refugiadas, emigradas y exiliadas no están solas.

Todas somos refugiadas


Asamblea Transmaricabollo de Sol





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